Esta vez el conocido comediante Jack Black nos trae a la pantalla una película basada en el libro de Jonathan Swift, Los viajes de Gulliver, pero en una versión diferente, la comedia.
La historia sucede en la actualidad, Lemuel Gulliver, es un empleado de correos que trabaja en un periódico de New York.
Un día el quiere demostrar que puede llegar más lejos y sostiene que puede descubrir el misterio que existe en el Triángulo de las Bermudas, captando así la atención de una redactora, quien le da la oportunidad de hacerlo.
Cuando Gulliver decide ir a dicho lugar para investigar más sobre los fenómenos ocurridos, es arrastrado por una ola gigante que lo llevará a la isla oculta de Lilliput, un lugar habitado por liliputienses, unos seres diminutos, que miden aproximadamente como el dedo meñique de un adulto. Al principio los pequeños seres tiene miedo de Gulliver, pero conforme pasan los días se dan cuenta que gracias a su gran tamaño es muy útil en su isla.
Las exageradas y falsas historias que cuenta Gulliver ayudan también a que los liliputienses confíen más en él, ya que se muestra ante ellos como un super héroe que vive en la casa blanca y que es prácticamente el presidente en su mundo de gigantes.
Los liliputienses están felices de tenerlo, ademas Gulliver les enseña cosas nuevas que estos seres nunca habían visto, cabe mencionar que en ese mundo diminuto es un lugar con mucha moralidad, temerosa de Dios y honestos, como el estereotipo de los ingleses de aquel tiempo. Lo malo es que habrá alguien que le hará la vida imposible, ya que se siente muy celoso que alguien como Gulliver haya captado la atención tan rápido y lo hayan dejado a él en segundo plano.
Una mezcla de escuela de Rock y de King Kong, una nueva perspectiva de la obra mundialmente conocida, que hará a más de uno soltar una carcajada, llega este 23 de diciembre a las salas españolas.
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